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La meditación es una forma de calmar la mente con técnicas normalmente más tranquilas en lo que al cuerpo se refiere. Sin embargo, esto significa que para el practicante de Meditación es recomendable si no esencial, tener el dominio del cuerpo o de la práctica física.
A veces cuando tenemos la mente excesivamente activa con patrones pesados, tendemos a pensar que la meditación puede ser la solución fácil para calmarla sin tener que cansarse ejercitando el cuerpo. Otras veces creemos que la meditación es poner la mente en “blanco”.
Meditar es una disciplina que requiere de bastante práctica y autoconocimiento. Cuando meditamos, somos nosotros mismos los que conseguimos la calma mental de nuestra propia mente y esto se da con el tiempo de práctica.
¿Dejar la mente en blanco? En principio no es nuestro objetivo, más bien meditamos convirtiéndonos en l@s observador@s de nuestros patrones mentales. Patrones que en función de la meditación, unos y otros van saliendo a la luz de la mente consciente y que desde la conciencia, observamos, sin juicio y con aceptación para conocernos y con el tiempo liberarnos de los patrones que supongan una limitación o un lastre en nuestra vida.
Kundalini Yoga nos ofrece una forma muy efectiva de meditar ya que se deja poco espacio a la distracción de los pensamientos al utilizar posturas concretas o mudras, mantras, pranayamas, etc…
No suelen ser meditaciones guiadas, sino que al principio de la meditación se dan las indicaciones y sólo consiste en mantener la concentración en el ejercicio en cuestión para llegar a vivir tu propia experiencia.
